Dilcia Sauceda, coordinadora de la maestría de epidemiología de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), sugirió este viernes en Frente a Frente que las estrategias de control deben evolucionar para hacer frente al creciente desafío del dengue en Honduras.
«Nosotros tenemos que ir cambiando las estrategias que antes eran funcionales», enfatizó Sauceda.
Lo anterior porque las salas hospitalarias, especialmente pediátricas, siguen abarrotadas, lo que refleja la gravedad del problema.
Un estudio de seis años realizado con la Secretaría de Salud de Honduras, reveló que en Honduras los niños y los adultos mayores son los grupos más vulnerables.
Los pediátricos, con sistemas inmunológicos inmaduros, enfrentan un mayor riesgo de complicaciones graves; mientras que los adultos mayores, debilitados por la edad y las comorbilidades, también presentan altos riesgos de severidad y mortalidad.