La Ceremonia de Inauguración de los Juegos Olímpicos Paris 2024 nos dejó momentos inolvidables, desde la aparición de Lady Gaga, hasta un espectacular pebetero olímpico en forma de globo aerostático que adorna el cielo de la Ciudad de la Luz, seguido por la actuación de Celine Dion en la Torre Eiffel.
El fuego olímpico se elevó en un globo sobre el Jardín de las Tullerías, donde reinará hasta el 11 de agosto, mientras subida al primer piso de la Torre Eiffel, la canadiense Celine Dion cantaba con su potente voz «El himno al amor» de Edith Piaff.
Los gritos de emoción y alegría se escucharon a lo largo de todo el Sena, que había tenido el papel principal de la jornada, escenario del desfile de las 205 delegaciones, todas menos Rusia, que competirán por las medallas, un protagonismo que tuvo que compartir con la lluvia.
La audacia de los organizadores, que quisieron que la ceremonia fuera la locomotora de unos Juegos grandiosos, quedó puesta a prueba por un elemento natural que, a buen seguro, aguó sus planes.
La seguridad elevada a la máxima potencia dio resultados, y si durante meses se habló del riesgo de atentado durante un acto fuera de un recinto cerrado, finalmente fue el clima quien puso el acento más negativo.
«Pero cuando se ama a los Juegos no te dejas impresionar por unas pocas gotas de agua», aseguró el presidente del comité organizador, el carismático Tony Estanguet, que quiso así dejar claro que la lluvia no apaga su ímpetu emprendedor.
Si para entonces mucho público había abandonado las gradas, si muchos otros penaban por pelear contra la intensa lluvia, la traca final que tenían previsto los organizadores les hizo levantarse de sus asientos y sumarse a un unánime aplauso.
Porque la ceremonia había comenzado, de forma cómica, con Zidane recibiendo la antorcha olímpica de manos del actor y humorista Jamel Debouze en un Estadio de Francia totalmente vacío, para marcar que París había decidido hacer su ceremonia en un lugar abierto.